Una historia que contar... 1/?

"Hasta donde llegarías?"

Eso se leía en la pared, blanca enorme y que parecía extenderse hasta el infinito, las letras eran rojas y sabia que el mismo las había escrito en algún momento del pasado. No solo eso le mostraba la pared, habían escritas varias cosas, desde graciosas hasta perturbadoras.

Una le hizo sonreír, decía en grandes letras: "Estas soñando, esto es una pesadilla..."

Algunas hablaban de personas del mundo anterior, no se enfoco mucho en ellas, no era importante el mundo anterior.

Ese mundo se había acabado hace ya 2 años.

Volvió a leer la frase: "Hasta donde llegarías!!!!!" ...No había algo diferente la ultima vez que la leyó? Se tallo los ojos, sintió sueño. Se estaba quedando dormido en un sueño, interesante.

Volvió a leer: "HASTA DONDE?!?" No tuvo tiempo de sorprenderse, un

ser pálido, alto y flacucho se mostró ante el, desnudo. Sonrió. Ojos negros y una boca sin labios, sus dientes eran negros también y muy afilados. No había nariz, sus dedos largos y huesudos se movian de maneras imposibles y esa cosa comenzo a carcajearse. Nada había sido aterrador, hasta que esa cosa rompió en carcajadas.

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Desperto e inmediatamente trago una bocanda de agua que fue directo a sus pulmones, se incorporo rapidamente y empezo a toser, escupiendo la preciosa agua dulce. Sonrio, casi se rio a carcajadas. Fue un idiota... Habia decidido sentarse en el arroyo, a disfrutar como el agua fresca y libre de contaminacion rozaba su piel y se habia acostado, aguantando la respiracion. Instantaneamente se habia quedado dormido. Cada vez sus sueños se volvian mas raros y dormia por periodos mas largos, para disgusto de sus compañeros de viaje, que aunque no se quejaban, habian dormido menos ultimamente.

Miro el fruto de aquel arbol, el cual se habia debatido si comer o no, hacia ya una media hora. Por fin tomo el cuchillo y trato de abrirlo, encajando el cuchillo en la parte superior. Aquella cosa le asemejaba a una pera, pero su cascara era mucho mas dura y la fruta era mas grande, el color ademas era entre verde y rojo, pasando por un matiz de naranjas. Recordo la historia de el cuchillo de combate que empuñaba en su batalla contra aquel maldito fruto que se reusaba a ser consumido. Durante la semana anterior no pararon de reir debido a eso.

Habian encontrado en una tienda en ruinas, una caja abandonada. Recordaba el negocio, estaba a una hora de la ciudad en transporte rapido y debiudo al terreno y el hecho que hiban a paso lento, eso les habia tomado ya 3 dias. Hoy, al amanecer del 4to dia ">apenas empezaban a dislumbrarse los primeros rastros de civilizacion, o lo que quedaba de ella. Repasaba toda esa informacion en su mente, despues volvio al tema, porque no podia evitar sonreir ante lo gracioso que habia sido.

Al abrirla encontraron el tesoro de cualquier gordinflon. La caja estaba llena de chocolates rancios, sonaria detestable pero hoy en dia la comida del antiguo mundo, asi estuviera rancia, era un maldito manjar. Parecia haber pertenecido a alguien y aunque a nadie del grupo le gustaba el chocolate payday, decidieron llevarsela, podia venderse a un precio elevado.

Al siguiente dia se tropezaron con un gordinflon que se presento como "Alfonso" Hiba solo por el viejo camino hacia la ciudad, en sentido contrario. Hablaron con el, balbuceaba cosas hacerca de una bruja y de un hombre alto. Pero no le pusieron mucha atencion. Finalmente cuando se dio cuenta de la mercancia que tenian los viajeros, intento atacarlos con un cuchillo de combate de unos 35 centimetros y que parecia haber sido de un soldado. Obviamente cada uno empuño sus armas y fue realmente triste, porque al ver el Ak-47 que portaba la chica, el tipo alto con el rifle M-16 y el chico con una Desert Eagle calibre .50 el pobre intento de hombre se arrodillo al suelo y se orino los pantalones vaqueros. Al final de la conversacion que tuvieron despues el chico estaba arrodillado en un charco de lodo.

Alfonso acabo con una caja llenita de chocolates payday, a los cuales los viajeros le habian hecho cara de asco. Y aquellos viajeros (locos seguramente para ir a esa ciudad maldita) se quedaron con una buena porcion de municiones y su cuchillo de combate.

Andres sonrio. Miro el cuchillo y vio el magnifico trabajo que habia hecho, ahora la fruta estaba abierta y podia disfrutar de su interior, sabia a pulpa de mango y era delicioso, el medidor no habia indicado radiacion y eso era suficiente para el. Las termitas eran

un opcion que no le apetecia el dia de hoy. Al terminar el fruto miro el arroyo y le dio un par de golpecitos a la cascara de la fruta, parecia dura y a la ves flexible asi que decidio llenarla de agua del arroyo (que tampoco marcaba peligro en el medidor) Y disfrutar, quizas asi se desharian ya de los sucios galones de plastico que llevaban usando meses.

Por fin le parecio suficiente. Andres se empezo a impacientar por la ausencia de sus compañeros, sin embargo, unos minutos despues aparecieron. Carlos llego primero y Alejandra venia tras de el. Venian con el pelo mas alborotado que como lo tenian en la mañana e instantaneamente Andres supo el por que de la tardanza. No pregunto.

"No hay nada, podriamos empezar un concierto de Trash y nadie

nos escucharia, dudo que quede alguien en la ciudad que nos pueda escuchar de todos modos. Entraremos?" pregunto Carlos, con un tono impaciente y acelerado.

"En unas horas, por ahora habria que abastecernos de agua y alimento. Un concierto de Trash? No me apetece. Por cierto, estan seguros de que nadie los escucho a ustedes dos? Prometen que no hicieron mucho ruido?" Andres pregunto con una sonrisilla maligna.

"De que hab..." Alejandra comenzo, pero Andres no se lo permitiria...

"Nada, vengan, fruta y agua... Ayudenme con las provisiones."

El resto de la mañana paso sin contratiempos y se alegraron al saber que la fruta era consumible. Carlos se asqueo al recordar el incidente de las termitas y aunque Alejandra estaba preocupada por la contaminacion debido al incidente ¨Apollon¨ estuvo de acuerdo en llevarselas. Descubririan, para el disgusto de los viajeros, que aquellos frutos producian un estado de euforia que les traeria problemas mas adelante.

Ademas, causaban severos ataques de gases.

"Un gas, una risotada" Andres habia dicho, los hizo estallar en carcajadas.

Despues se calmaron. Pero despues de 5 minutos volvieron a estallar en risas. A Carlos se le habia salido un gas...

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Empiezo una historia que no se si terminare, pero que tratare de continuar y espero que les guste. No cheque la ortografia, asi que me gustaria que me dijeran si hay un error colosal por ahy...

Tambien critiquen este (pequeño?) Cuento y expresen puntos de vista o que se yo.

Habia cometido el pecado de olvidar que entreteniedo era escribir y beber cafe.

Ahora me siento mejor. He vuelto